Relato: Y en 2014 acabaron con el ciclomotor.

PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN
1.- LA DIRECTORA GENERAL DE LA DGT
2.- LA MARCHA SOBRE MADRID
3.- LA COLUMNA DE ÁVILA
4.- LA REUNIÓN
5.- LA CARRERA
6.- LA CONMOVEDORA HISTORIA DE PACO EL CHISPAS
7.- EL INTENTO DE SUICIDIO
8.- LA GUARDIA CIVIL
9.- LA PROCESIÓN DE LOS PENITENTES
10.- DETENIDOS

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- ¿Puedo pasar, abuelo?

La cara siempre alegre y sonriente de mi nieto Jorge IV asomó tras la puerta. La enfermera, que en ese momento me estaba tomando la tensión, miró hacia allí, ignoró al visitante y, gruñendo como era tan característico en ella, me dijo muy seria, clavando sus ojos en los míos:

- Aún le estoy haciendo pruebas…
- Sí, ya sé. Disculpe, señorita. Perdona, Jorge. Sal y espera fuera un momento.
- Por supuesto. Perdón.

Y, con su siempre abundante y expresiva alegría, cerró la puerta y salió al pasillo.

Cuando la vieja bruja hubo acabado, recogió muy digna sus instrumentos y salió sin despedirse.

Un instante después mi nieto volaba desde el pasillo hacia mi cama.

- ¡Abuelo, tengo un montón de noticias! ¿Qué quieres oír primero? ¿Las buenas o las más buenas?

Este chico siempre era igual. Aunque le estuviesen apedreando o le estuviera cayendo un piano encima, siempre sacaba a flote una alegría de lo más contagioso.

- Pues empieza, hombre, que me tienes en ascuas.
- Sí, mira. Para empezar te diré que por fin ayer me llegó el filtro del aire de la Sport. El tío de la tienda se ha enrollado de maravilla. Me ha dicho que me conseguirá también un juego de manetas originales y un tapón del depósito pirata, pero réplica exacta del original.
- Hombre, qué bien.
- Sí. ¿Y sabes cuántos kilómetros tiene ya la MT?
- ¿Cinco mil?
- Casi… ¡Seis mil! Y ni una a vería todavía, abuelo. ¡Vaya cacharro bien hecho!
- Ya lo creo. A mí me hizo muy feliz. Oye, ¿sigues andando a escondidas por allí por la Ducal con él…?
- Sí. No hay muchos más sitios. Pero siempre por la noche, como ya sabes. He tenido mucha suerte últimamente porque, por casualidad y de carambola, he conocido a un guardia civil de allí de Las Navas cuyo abuelo tuvo también una Tricampeona o una Antorcha, no me acuerdo muy bien, y, sabiendo que tengo un ciclomotor, me ha indicado confidencialmente la zona por la que no patrullan por las noches.
- Caray, pues qué suerte. Es raro encontrar gente sensata.
- Sí. La verdad es que he tenido suerte al haberme tropezado con él. Pero por el momento no me he atrevido a decirle que tengo otro… Cuando coja más confianza con él, si ese día llega, quizás le enseñe la Sport.
- Muy bien, hijito. Bueno, y de mis bisnietos, ¿qué me cuentas?
- Pues Cristina está con una tos muy fea. El médico le ha prohibido ir al colegio. Y Nieves está como loca desde que montó a caballo el otro día y no para de pedirnos uno. ¡Tú fíjate..!
- ¿Y Jorge V? Por cierto, no me he olvidado de que el martes de la semana que viene cumple trece años.
- Buena memoria, abuelo. Pues está como loco desde que el otro día, en la Ducal, descubrió las motos…

Sonreí ampliamente Estaba intrigadísimo. Quería saber cuál había sido su reacción.

- Cuenta, cuenta…
- Pues te puedes imaginar. Casi saltaba de una a otra. Estaba para ponerle una camisa de fuerza.
- Qué bueno. ¿Y cuál de ellas le gustó más?
- No sabría decirte. Las dos… Bueno, quizás la MT, porque como tiene el manillar elevado, a un crío como él le atrae más. Sí, yo creo que la MT.

Intenté imaginarme la escena. Mi bisnieto, con toda seguridad, había experimentado en ese momento mágico la misma alegría infinita que yo sentí cuando, incontables siglos atrás, regalo de mi padre, fui el dueño, con 13 años tan solo, de una Ducati 48TS granate que, en el día más feliz de mi infancia, recogí en un concesionario Ducati de la calle Bravo Murillo de Madrid. Mi bisnieto seguramente había intuido que esas dos motos que su padre camuflaba ante el Estado algún día serían suyas.

- Por cierto, abuelo, que le tienes al pobre crío que no duerme ni come desde que te ingresaron…
- No me lo puedo creer… ¿Tan niño y tan preocupado está por mí? Pero si solo es una pleuritis ligera. ¿No se lo habéis dicho? Si me dan el alta mañana mismo…
- Ya, pero no es por eso. Le hemos dicho que no tienes nada. Que sólo tienes un catarro.
- Entonces…
- No, si no van por ahí los tiros. Es que dejaste la historia de los ciclomotores a medio contar y está que no duerme ni respira ni vive, ya te digo.

Reí con gusto. La víspera de ser ingresado había estado jugando con él y con sus dos hermanas. Cuando nos cansamos del parchís les dije que, si querían, les contaba una historia de motos que les iba a gustar. ¿Motos dices, abuelo? Y las dos chicas se levantaron en el acto y se marcharon por la puerta a toda velocidad. Les gustaba más la tele o las muñecas que las motos.

Pero mi bisnieto, al oír la palabra mágica (¡¡¡….MOTO….!!!), se sentó en el suelo enfrente de mí, cruzó las piernas, apoyó la cabeza sobre las palmas, sonrió y esperó con los ojos muy abiertos a que comenzara la narración. Jorge V era muy aficionado a la lectura – cosa rara entre los niños de su edad – y por eso devoraba todos los libros de cuentos que caían en sus manos. Tanto era así que habitualmente llegaba hasta el extremo de aprendérselos de memoria. Y como sabía que su bisabuelo tenía mucha inventiva, entre los dos se creó una sociedad perfecta. Yo narraba lo que se me pasaba por la cabeza – real o no, exagerado o no, creíble o no – y él absorbía como una esponja todas y cada una de mis palabras. Luego se hacía su propia composición de lugar y después ganaba todos los concursos de redacción a los que se presentaba en el colegio al contar, convenientemente modificado según su enorme imaginación, las narraciones, cuentos e historias que yo le había contado o que él había leído y memorizado.

Pero esta que paso a referir a continuación fue tan real, tan intensa, tan emotiva y tan importante para mucha gente que decidí pasar de las palabras al texto. Decidí que la iba a escribir y guardar, para así conservar intactos todos los recuerdos de aquel desastre del año 2014. A mi bisnieto, cuando vuelva a casa tras el alta hospitalaria, me lo sentaré en frente, merendaremos Cola Cao y galletas y le seguiré contando todo, tal y cómo ocurrió.

Y algún día, cuando él sea un poco mayor, le entregaré el texto que contenía aquella historia, que es el que tenéis aquí y que paso a transcribir.


¿Qué día es hoy? Ah, sí: 21 de julio de 1968. Ahí va, pero si es el cumpleaños de mi hermana Ana… Qué despiste. Cumple dieciséis años y se me ha olvidado felicitarla esta mañana. Bueno, seguro que no se me olvida luego, cuando comamos.

Qué temperatura tan fresquita. Qué bien. Menudo día hace. Bueno, la verdad es que, con los nervios que tengo siempre antes de cada carrera el frío parece mayor.

Anoche llovió un poco. Fantástico. La tierra tiene un grado de humedad totalmente adecuado para que no haya polvo. Uf, qué bien huele hoy a tierra mojada y a pinos. Bueno, y a moto también…

- ¡Eh, Agustín, para el motor ya, hombre, que me estás atufando!
- Calla, matao, que estoy calentándolo…
- Que ya llevas media hora, hombre. Para ya…
- De acuerdo, tío pesado. Ya verás como hoy te doblo.
- Lo dudo, pringao…

Agustín lleva la Ducati 48 Sport con matrícula y reposapiés prestada por Álvaro. Éste lleva su última adquisición: una Derbi Antorcha a la que le ha colocado un cambio de cuatro marchas. Álvaro es el más rico de todos nosotros y, ya veis: no tiene una, sino DOS motos, y además es el único que lleva casco y guantes. También está Pepe, con su Derbi Paleta de 65 cc tres marchas y que corre como un avión. A estos tres no hay manera de ganarles nunca. Por mucho que me esfuerce en las curvas, ellos tienen mucho más motor que yo, y encima tampoco son malos pilotos. A su lado estoy yo con mi modesta Ducati 48TS granate - ¡lo mejor que me ha pasado nunca en mis trece años de existencia! -. También están Alberto con su Vespino blanco, Manolo con su Montesa 50, Gaspar con la Ossita 50 de Leti – de quien estoy secretamente enamorado, pero sin esperanzas, dado que es casi tres años mayor que yo – , y, por último, Pablo con su Ossa 50 dos marchas – casi una reliquia que, sin embargo, corre mucho –

Aquí estamos los “Bandimétricos” – no me preguntéis por el porqué del nombre -, listos con nuestros ciclomotores para celebrar la quinta carrera de este verano. El ambiente entre nosotros es muy bueno; somos una pandilla bastante numerosa. Los demás miembros de la misma que no tienen moto todavía también se apuntan al gran espectáculo acudiendo con sus pesadas Orbea y BH monomarcha para disfrutar del evento y herirnos con sus risas despiadadas cuando alguno de nosotros se da la gran chufa. Todos nos juntamos cada verano en esta fabulosa urbanización abulense llamada Ciudad Ducal, un paraíso de 50 chalets entre calles sin asfaltar, pinos altísimos, ardillas, erizos, jaras y retama, de una enorme extensión natural y que no tiene nada que envidiar a ninguna otra urbanización del mundo. Al menos eso es lo que pensamos todos nosotros, faltaría más.

Aquí y ahora, como en los mundiales de velocidad - que seguimos con pasión - lo único que vale es la potencia. Cuanta más tengas, más posibilidades tienes de ganar. Hombre, nunca nos jugamos nada. ¿Nada, digo? Bueno, me refiero a dinero. Por supuesto no hay apuestas económicas de ningún tipo. Lo que vale es la superioridad moral que los resultados dan y la chulería que los ganadores pueden mostrar sobre los derrotados tras la carrera... aunque siempre ganen los mismos, exclusivamente gracias a los caballos de más que sus motos tienen.

Hombre, no voy a decir que me da igual no ganar, pero la verdad es que la excitación de estas carreras es una auténtica droga. Si por algún motivo puedo ganar a alguno de los tres mencionados – cosa que difícilmente ocurra -, podré pavonearme ante él y los demás después, en todas y cada una de nuestras charlas cotidianas – siempre alegres, divertidas y sanas – en la piscina, en el chalet de cualquiera de nosotros o en el club social por las tardes. Mi 48TS no puede competir contra ellos, pero sí tenemos un pique tremendo entre los demás. Nuestras discusiones acerca de si mi moto es más estable o no que la tuya, que si tu carburador es malo y el mío no, y que si tu segunda es más corta que la mía… llenan nuestros días de veraneo de felicidad y pasión motera mientras disfrutamos como enanos de nuestras largas vacaciones de verano tras los interminables cursos de Bachillerato en Madrid.

Bueno, en breve se va a dar la salida. Ahí estamos todos, listos, llenos de ardor motero, pasión desbocada, nervios incontrolables, con escalofríos de emoción por todo el cuerpo. A ver si esta vez no me arrastro como en la última carrera, cuando el imbécil de Pablo, que es el más manta de todos nosotros, se tragó la segunda curva, me embistió y me tiró, haciendo que mi amada 48TS tenga que lucir para siempre una horrorosa raya de 25 centímetros en el depósito, secuela del paseo de su maneta izquierda por la propiedad ajena.

Ah, qué nervioso estoy. Y qué feliz me siento. Y mientras el rugido de todas las motos y la espesa nube de humo blanco que nos rodea estática me indica que debo espabilarme para arrancar bien, aún tengo tiempo de elevar un ruego al cielo…

Por favor, Dios mío, que podamos hacer esto toda la vida.

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Bien. Pues hoy, varias décadas después, estoy volviendo a revivir con la misma intensidad aquella pasión de mis trece, catorce, quince y dieciséis años.

El sorteo me ha favorecido.

De las tres filas que hay, me ha tocado estar en la primera. A la izquierda de mi 48 Sport se sitúan Mendoza y su Cobra M82C. Es el gran favorito, pues sus ruedas de tacos y mayor cilindrada, aunque tenga que dar una vuelta más según se ha convenido, le dan a priori las mayores opciones de victoria. Más allá, Manuelfrancisco y su increíble Ducati 48 Sport estilo 24 horas. A mi derecha, Serrano y su magnífica Antorcha roja. A la derecha del todo, Katana y su Vespino Lujo S y Requeño con su Rieju P3a.

En la segunda fila están Vicente Martínez y su Gimson, Roesca y su Puch Carabela, Chubasco y su Derbi Antorcha verde, Dopragar y su Guzzi Serva, y Lamoron y su Mobylette Rural 90. En la tercera y última, Mateico y su Riejo Confort 400, el rubio del Ferrari y la Bultaco 50 y otros tres o cuatro más cuyos nombres y montura no recuerdo ahora.

Habíamos acordado que la carrera sería a tres vueltas para las motos de 50 y de cuatro para las 75. La salida sería como en los Mundiales de entonces: empujando.

- Vaya mariconada esa de arrancar con el motor en marcha -, dijo Serrano ante
el asentimiento general.

Se trazó una raya transversal sobre la tierra como línea de salida y se dispuso que hubiera tres filas.

Y pocas reglas más hubo. A darle al mango y a ver quién se llevaba el GRAN PREMIO…

¿Gran premio he dicho? Uf, me quedo corto. ¡Muy corto!

¡Ay, perdón! Me acabo de dar cuenta de que todos los corredores conocíamos el premio para el ganador. Pero los lectores no. Bueno, tendré que hacer un inciso para contar, para el que no lo sepa, en qué consistía.

A ver, ¿alguien lo adivina...?

Venga, probemos.

¿Dinero?

No…

¿Un trofeo, una bandeja de plata..?

Tampoco.

¿Una barrica de Rioja en Elciego, una docena de botellas de champán francés? ¿Un kilo de caviar?

Frío, frío…

¿Un viaje para dos personas a Nueva York con todos los gastos pagados…?

Hombre, ese regalo no estaría nada mal, la verdad sea dicha, pero… no.

Bueno, ya está bien. ¿Sabéis?

El premio es…

EL PREMIO ES UNA MOTO.

¿Una moto dices? ¿Cuál?

Os lo diré. Pero agarraos fuerte a la silla…

¿Ya estáis listos? Allá va…

EL GRAN PREMIO ES …

¡Tachán, tachán…!

UNA Derbi 74 Gran Sport ROJA, ABSOLUTAMENTE IMPECABLE, TOTALMENTE LEGAL, CON UN ÚNICO DUEÑO, CON DOCUMENTACIÓN Y MATRÍCULA, CON MENOS DE 3000 KILÓMETROS.

(¿Qué, ya os habéis recuperado de la costalada?).

Pues sí. Tal cual. ¿Y sabéis de dónde ha salido?

Lo contaré a su debido tiempo. Es una historia larga, terrible y muy emotiva. Pero antes, para satisfacer la curiosidad general, adelantaré quién lo proporcionó.

Preguntad, preguntad…

¿Un jeque árabe? ¿El presidente de la RFME? ¿El rey Juan Carlos? ¿Jorge Lorenzo?

No, hombre, no. Alguien cuyo nombre empieza por K y acaba por T…

(¿Qué? ¿No caéis aún?)

Pues no os haré sufrir más. El donante de tan magnífico regalo es… Kaezet. Sí, en efecto. El moderador del mejor foro del mundo: Amoticos.

¿Y cómo ha podido ser, os preguntaréis?

Tranquilos, que hay tiempo para todo. Ya os lo contaré. Pero antes de narrar la mejor carrera que el mundo haya visto – bueno, CASI la mejor -, debo poneros en antecedentes. Debo contaros el porqué de la misma y debo explicar las causas que llevaron a la misma.

Iré por partes. Todo lo que aconteció antes de la increíble carrera entre los foreros de Amoticos en la Ciudad Ducal es una historia larga y compleja. Para que os vayáis situando dentro de la misma, os diré que el causante de la reunión no fue la Providencia, ni la casualidad ni algún capricho insondable de ninguna deidad.

No. Fue la casta política parasitaria. Por ello empezaré hablando de la por aquel entonces Directora General de la DGT.

Madre mía, ¿de dónde había salido alguien así?

Vean, vean…

Amigo mio, me he leido el comentario de arriba abajo, pero pese su extension me falta información, el texto le he devorado rapidisimo pero espero que nos lo acabes de detallar, me quedo sorprendido y a la vez expectante ante la tematica y mezcla de tiempos pasados y mas o menos presentes!

Saludos!

Pau

Gracias, Pau. Este relato consta de 92 páginas, historia que se irá publicando por fascículos separados algunos días entre sí. Como ya se puede deducir, los protagonistas son miembros del foro de quien me he tomado la libertad de usurpar sus nombres y personajes para crear esta historia que espero divierta a todos. He de decir que no conozco a ninguno en persona - ni siquiera a nuestro moderador -, así que espero que la gente se apiade y nadie me parta la cara por semejante acto .

Bueno, un saludo. Kaezet quizás mueva este relato a otra parte del foro.

Un saludo, amigo... y, lo lamento, pero tú no estás entre los velocistas de la carrera. ¡Otra vez será!

Un abrazo.

Cachís... Pues a mi me habias pillado eeeeh!!! Crei que era algo real personajes inclusive y me tenias aqui con una expectación fuera de serie, medio foro metido en esa historia, como si todos fuerais viejos conocidos hasta de infancia...

Pues nada, excelente redacción, da gusto de leerla y encima de esa temática tan nuestra, y creeme que no hace falta ir tantos años atrás... eso de las carreras con moticos de época (aunque la diferencia que ahora con muchos años mas y recuperadas ahora hace algunos pocos años) tambien me recuerda a mis 13-14 años... que me iba con unos amigos y nuestros moticos a correr en la zona de Belchite (Aragón) o por los campos de trigo en mi zona... Geniales recuerdos!

No es preciso que te lamentes de que yo no esté entre los velocistas, ya me hubiera gustado asistir jejeje, pero por los participantes que hay y donde viven parece que esta carrera me caia un poco lejos y no era plan de bajar desde Montblanc con la Antorcha... No fuera ser...

Saludosssss compañero!!!

Pau

PD: Bueno, yo no lo hubiera dicho con los términos que usas tu pero, no creo que ninguno de los mencionados te "parta la cara" jajajaja

Ya lo sabes, me tienes enganchado, estoy esperando que continue tu relato.
Me recuerda a mis tiempos jovenes, uf, con mi Derbi Tricampeona de segunda mano (sigo conservando el motor completo, el asiento y la tapa de la caja de herramientas), con el pistón medio "gripao" y oliendo a quemado todo el día (había cuestas que no podía ni en primera). Cuando no hacía falta casco (aunque mi padre me compró uno de color amarillo por 500 pesetas).
Sigue, sigue .....
Un saludo

Que tal Ducalense, creo que en otra web lei otro relato tuyo muy bueno.... te sigo con ganas

Hola gente , ya me enganche a la historia , bonita iniciativa y bien trabajada , espero con ganas los siguientes capitulos..

Un saludo,,

Hola Ducalense buenas tardes, tu relato me parece extraordinario y muy real, porque me identifico perfectamente en aquella época, aunque soy un poco mas joven que tú, creo que hemos vivido las mismas vivencias de juventud motera. He conocido todos los ciclomotorers que has utilizado en tu crónica é incluso he disfrutado haciendo carreritas por el pueblo con alguno de ellos. Así es que si has utilizado mi nick (Ampelt), por mi encantado de ser participe en tu relato y si nó es así, pues sigo estando igual de encantado porque me veo en tu historia haciendo carreritas con los colegas.
Enhorabuena por la iniciativa y espero que no te canses de escribir y sigas contadonos a fasciculos, todas tus historias.
Lo bueno de este coleccionable, es que nos sale gratis y tal y como estan los tiempos, es de agradecer.
Ánimo y sigue con ello, saludos...

Ansioso estoy por ver el resto de capítulos

Buenas tardes Ducalense. Para nada me voy a molestar si soy alguien que
sale en tu relato y menos aún si salgo mal parado.
Esta mañana he leido tu relato y me he quedado boquiabierto por dos motivos:
1º- La historia me ha tenido intrigado hasta el final del mismo.
2º- Estaba leyendo y a la vez metido en la escena recordando tiempos pasados.

Enhorabuena por este post, lo seguiré impaciente.
Saludos.

De momento no salgo en la historia , esperaremos a leerla entera. Ducalense , enhorabuena por la virtud que tienes para escribir , ansioso estoy de ver como acaba la historia.

Saludos

¡Genial! Una suerte contar con un talento de la pluma como Ducalense. Gracias por meternos en el lío.

Aunque eso de quien custodie la Gran Sport se llame como yo… a ver si se pira con ella y le toca ponerla a un un servidor...

Veremos qué es lo que pasa.

¡Un saludo figura!

¡¡¡Fantástico!!!

Espero las próximas entregas. Hoy me acostaré sintiéndome mucho mas joven

Bueno bueno genial me parece estupendo crear una historia podriamos llamarla novela ya que nos tiene a muchos enganchados, esperamos mas capitulos jejeje.No me molesta para nada para eso son los nicks para dirigirse alguien sin saber mas de la cuenta.Es genial esto nos animará mas a la hora de entrar en el foro un sitio mas por visitar o vigilar sin duda sobre todo antes de salir del foro para desconectar de tornillos ruedas etc.. de todo lo que se habla,y tener un rato de intriga-diversión sobrer todo sabiendo que en cualquier momento uno puede aparecer.
Lo veo estupendo.

Saludos.

Yo ya me enganchado,estare atento a proximos capitulos

Buen aporte ,enganchados ya estamos ,saludos

A mi también me gusta y trae recuerdos de tiempos pasados. Puedo visualizar ( tan solo leyendo ) las motos que citas, ya que una gran parte de ellas han pasado por mis manos, alguna mía y otras de mis compañeros.

Aunque yo fui y soy mas de "tacos " me puedo hacer una idea bastante aproximada de esa parrilla y digo lo mismo que los demás; ya me gustaría estar entre los "competidores", pero bajarme desde Coruña...

Bueno, que aquí me quedo esperando la segunda entrega.

Un saludiño.

Eres un fenómeno,ya estoy impaciente por saber como continua esta historia,la verdad que esta muy bien la iniciativa y original.
Te seguiré impaciente y si nos toca salir genial,y si no como en las grandes historias,siempre puede haber mas entregas.........
Un saludo y felicidades

Que bonito recuerdo las carreras de cciclomotores
seguire atento nuevas entregas

Ya me está tardando la continuación de la historia. Muy buena idea y aportación. La seguiré con lupa.

Como dicen por aqui esta historia te lleva mas de treinta años atras, viejas vivencias que muchos de los que nos movemos por este foro hemos tenido, desconocia tu faceta de escritor , esperamos ansiosos los proximos capitulos.

Gracias por hacernos recordar aquellos tiempos
un fuerte abrazo..

Impresionante...
Me ha encantado. Quiero mas.
Una cosa ¿Que tal un archivo pdf. para poder descargarla cuendo este completa? Me gustaria imprimirla para tenerla en mi "biblioteca amotora"

Hola a todos. Muchísimas gracias por vuestro apoyo. Aquí va la segunda entrega. Y confirmo que, cuando esté publicada en su totalidad, pondré la historia en un archivo pdf para su descarga. ¡Que disfrutéis tanto como yo lo estoy haciendo, amigos!

Buenísimo!!mi más sincera enhorabuena y esperando el siguiente fasciculo